Fritz Saint Louis: “todos los que luchan por la libertad son haitianos»

Fritz Saint Louis: “todos los que luchan por la libertad son haitianos»
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Hoy en día Haití es el país más pobre de América y uno de los más pobres en todo el mundo. El 80% de las familias vive con menos de un dólar diario; la expectativa de vida ronda los 55 años, la tasa de mortalidad infantil es de 80 niños por cada 1.000 nacidos vivos. El analfabetismo llega al 50% mientras que la mitad de los niños presenta desnutrición crónica.

La situación general es catastrófica: falta agua potable en casi todo el país, casi no existe sistema de aguas servidas, el servicio eléctrico es muy restringido y la deforestación ha tomado ribetes de calamidad. El índice per cápita de infección por el SIDA es el más alto de todo el Caribe.

Las dictaduras hacen parte de la historia política reciente de este país caribeño así como los tristemente conocidos y sanguinarios paramilitares, los “Tonton Macoute”, autores de las peores masacres que uno pueda imaginarse que durante décadas han sembrado el terror en esta isla.

A pesar de esta difícil situación el pueblo haitiano sigue luchando y no pierde las esperanzas en un futuro mejor. Algo curioso: Haití ha sido el primer territorio del continente americano, independiente de los poderes coloniales europeos, antes que los Estados Unidos de Norte América y que cualquier otro país latinoamericano.

Muchos haitianos han tenido que emigrar, tanto por razones políticas como económicas. Uno de ellos ha sido Fritz Saint Louis a quien hemos entrevistado en la sede del Parlamento Latinoamericano de Caracas, desde donde trabaja a favor de un cambio para su país natal.

Fritz, joven militante del Partido Comunista haitiano, llegó a Venezuela como refugiado político en 1985, justo un año antes de la caída de la dictadura de Jean-Claude Duvalier, conocido como Bebé Doc.

Desde entonces estuvo viviendo entre nosotros abogando por la causa haitiana, para que se conozca en el mundo entero la realidad de su patria.

Ha estado constantemente viajando entre Haití y Venezuela, manteniendo y estrechando vínculos con los movimientos sociales de base y los partidos políticos progresistas tanto haitianos como venezolanos y con la comunidad afrovenezolana.

Actualmente es miembro fundador del Comité de Solidaridad con Haití y Secretario General de la Casa Cultural Haitiana Bolivariana de Venezuela.

Es un luchador incansable de los derechos de los inmigrantes ilegales haitianos que son traídos a nuestro país por mafias tanto haitianas como venezolanas, y a quienes les toca pasar situaciones parecidas a las de los inmigrantes ilegales africanos que son trasladados a Europa en condiciones de semiesclavitud. Cosa inconcebible en un país como el nuestro en plena revolución socialista.

En el primer artículo de la constitución haitiana se dice que todo aquél que luche por la libertad es haitiano. Por tanto, como dijo Bolívar: “todos somos haitianos”.

ENcontrARTE: Fritz, ¿Qué pasó históricamente con Haití que se encuentra hoy en ese estado de tanta necesidad y postración?

Fritz Saint Louis: Sabemos que no hay países pobres, sino empobrecidos. Para entender la situación actual de Haití, es necesario hacer una reflexión histórica. Cuando hablamos de qué pasó ahí, tenemos que glorificar al pueblo haitiano por su grandeza, por su resistencia ante tantas cosas, ante tantas penurias. Es un problema complejo; creo que los imperios nos quieren hacer pagar por algo que hicimos hace 200 años, lo cual fue y sigue siendo todo un símbolo: Haití contribuyó con la emancipación de los oprimidos del continente americano dado que fue la primera colonia que se independizó de una potencia europea. Concretamente en 1804, por medio de una lucha heroica, logra la independencia de Francia, gran potencia colonial para aquel entonces. Creo que allí está la causa de nuestra situación actual, porque después de lo que ocurrió pasaron 100 años para que nos reconocieran como un país libre e independiente.

Esos 100 años de aislamiento quieren decir muchas cosas. En 1824, cuando Simón Bolívar convoca al Congreso Anfictiónico de Panamá, Estados Unidos e Inglaterra presionaron para que Haití no participara y lo lograron, Bolívar estaba enfermo y no se ocupó personalmente de la organización del evento, otros fueron los que tomaron las riendas y cedieron a las presiones de los ingleses y de los norteamericanos que todavía mantenían un sistema esclavista en sus propios países y para los cuales Haití era un muy mal ejemplo para sus esclavos.

Desde entonces estamos viendo todas esas maniobras de los imperios que las vienen haciendo desde el momento mismo de nuestra independencia. Y hoy básicamente sigue pasando lo mismo. No hay otra forma de entender nuestro empobrecimiento que no sea entendiendo esas causas; porque nuestro atraso, la situación actual de Haití, es consecuencia de esas políticas imperialistas. Hay algo casi como de venganza en todo esto, porque Haití fue la primera colonia en rebelarse y para colmo una colonia de negros, fue un castigo por portarse como el “niño malo”.
Es como un castigo ejemplar que nos vienen imponiendo desde hace dos siglos, tenemos que pagar por lo que hicimos, por esa osadía que cometimos al vencer al poderoso ejército de Napoleón y declararnos libres e independientes. Además de que esos “negros» fueron los primeros en crear un país independiente de las colonias, ahora están acompañando las luchas por la emancipación de América Latina. Todo eso molesta mucho al imperio.

Existe también internamente un grupo de mulatos y de blancos, que se ha constituido en la oligarquía local desde la independencia y que sigue dominando al país hasta el día de hoy; un grupo pequeño, quizás el 1% de la población, pero que controla el 48% de la riqueza de un pais donde el 95% de la población es negra, increíble que pueda existir este tipo de racismo.

Este grupito obviamente no quiere a Aristide; porque es un sacerdote comprometido, un pobre, alguien que quería trabajar en favor de los más necesitados y esto choca con sus intereses. Desde que apareció Aristide estamos viviendo una conspiración constante. Hay que ir Haití para saber que es lo que pasa allí . A veces veo que la gente habla de Haití casi como de un mito, de una leyenda, tenemos 22 años difundiendo en Venezuela la problemática haitiana, sus causas y lo que está pasando realmente.

ENcontrARTE: ¿Cómo llegaste a Venezuela?

F.S.L: Llegué aquí en 1985 a partir de la represión de Duvalier, dado que yo estuve luchando con el Partido Comunista Haitiano desde que tenía como 12 años. Llegó el momento en que a un profesor cercano a nosotros lo detuvieron y lo mataron, entonces yo, junto a cuatro personas más, decidimos irnos. Llegué a Venezuela como refugiado, pero sé que es complicado insertarse cuando uno es exiliado político; mi meta era regresar a Haití para seguir luchando. Pero finalmente comencé a dar esa batalla desde aquí, y aquí sigo luchando por esa causa. Fuimos creando algunas organizaciones y hoy tenemos un papel bastante importante en el trabajo por Haití.

ENcontrARTE: ¿La Casa Cultural Haitiana Bolivariana es una dependencia del gobierno haitiano actual?

F.S.L: La Casa Cultural Haitiana Bolivariana es una iniciativa propia de nosotros, de hace 17 años, después de que el presidente Aristide estuvo aquí en Venezuela en el año 1991, antes que lo tumbaran por primera vez. En aquel entonces la embajada haitiana entregó un dinero para hacer una casa cultural en Venezuela, pero la cosa no se concretó en aquel momento en parte por la falta de interés del embajador de entonces. Después nosotros creamos la casa cultural en forma independiente del gobierno haitiano.

Hemos tratado de difundir nuestra complicada situación. Queremos llegar no solamente a los venezolanos, sino también ayudar a los niños haitianos que se encuentran aquí para que no pierdan su identidad, sus raíces. Organizamos actos, actividades, buscamos establecer redes de solidaridad.

Organizamos también cursos para los haitianos, tanto de francés, de creole, como para que aprendan el español. El creole es un idioma como cualquier otro, y no un dialecto. Lo que sucede es que no quieren darle el estatus de una lengua, quieren rebajarlo a nivel de un dialecto, pero tiene una gramática propia bien definida, un diccionario y escritores y poetas que han escrito en este idioma. De acuerdo a la constitución vigente hoy en Haití tanto el francés como el creole son idiomas oficiales. .

ENcontrARTE: Hablemos de la comunidad haitiana en Venezuela. ¿Es numerosa? ¿Por qué vienen los haitianos a Venezuela: por razones políticas o económicas? Y algo importante: el tema de los vendedores con carritos, de helados una reconocida marca venezolana, que se ven dando vuelta por Caracas. ¿Quiénes traen a estas personas y que estatus migratorio tienen?

F.S.L: Los vendedores ambulantes de carritos de helados son una fuerza productiva haitiana en Venezuela. La colonia haitiana ronda unas 7.500 personas aproximadamente. La mayoría viene por problemas económicos, buscando una mejor condición de vida. También hay quienes llegan por razones políticas. Los haitianos que viven en Venezuela viven básicamente en Caracas: en La Vega, en Antímano, y en otros sectores populares.
También ellos sufren por la discriminación. Ningún trabajo es denigrante, pero se tiene la idea de que ser heladero «es asunto de haitianos», es casi como una ofensa, eso también es discriminación.

ENcontrARTE: ¿Qué hacen para ayudar a esos haitianos que viven aquí?

F.S.L: Existe una mafia bien organizada tanto en Haití como en Venezuela que trae a esas personas prácticamente en calidad de esclavos, porque vienen a trabajar para ellos con un sueldo de miseria. Estamos tratando de frenar esto, hicimos una denuncia ante la Comisión de Interior de la Asamblea Nacional venezolana. Estamos tratando de acabar con esta vergonzosa y terrible situación. Obtuvimos un derecho de palabra en dicha Asamblea venezolana donde presentamos un informe sobre todos los problemas de nuestros compatriotas que viven aquí. A causa de esto, tuvimos problemas con algunos de ellos porque tienen miedo de que por culpa nuestra los vayan a deportar.

Pero eso no es así. Lo que tratamos de hacer es ayudarles a regularizar su situación, porque son inmigrantes ilegales y justamente por esa razón están expuestos a las peores humillaciones, abusos e injusticias. El gobierno de Venezuela tiene sensibilidad para con esta problemática. El gobierno venezolano tiene una política exterior muy clara, nunca permitiría que estas personas fueran deportadas. Gracias a la Revolución Bolivariana es que nosotros pudimos presentar estas denuncias, lo que buscamos es tratar de mejorar la situación de nuestros compatriotas semiesclavizados. Desde que empezamos a hacer ruido comenzaron a frenarse un poco las mafias que trafican con estos seres humanos.

El procedimiento es que las personas «compran» en Haití la posibilidad de venir para acá y, si no tienen todo el dinero necesario, quedan endeudados. Por lo tanto, al llegar a Venezuela luego de ser instalados en las peores condiciones, tienen que empezar a pagar su deuda. Es así que todas las semanas los esperan miembros de estas mafias y les cobran su deuda. Los sitios donde viven en la mayoría de los casos son prácticamente unos ghettos, unos tugurios sin condiciones sanitarias adecuadas. Por ejemplo, en una casa pueden vivir hasta más de 60 personas hacinadas. Y no tienen mayor derecho a reclamar, puesto que son ilegales. Recuerdo que en un acto en el que participamos estaba el ex el ministro de educación venezolano, Aristóbulo Izturiz quien  es afro descendiente y se acercó y nos dijo: “ustedes deben tratar de hacer un censo de los haitianos que viven aquí, para poder ayudarlos ”.

A finales de enero de este año empezamos con una campaña que se llama “Año 2007: año de la identidad del pueblo haitiano”. Empezó con mucha fuerza, y, el 7 de febrero, celebramos la caída de Jean-Claude Duvalier. Ese día obtuvimos un derecho de palabra en la Asamblea Nacional venezolana. Desde entonces estamos intensificando esa campaña, que consideramos decisiva para cambiar las condiciones de trabajo de nuestros compatriotas. Actualmente estamos trabajando con el Síndico de la Alcaldía Bolivariana del Municipio Libertador de Caracas: Pablo Torres. Con él estamos revisando las leyes de refugiados para tratar de resolver la legalización de estos inmigrantes.

Nuestro objetivo es también que los próximos haitianos que lleguen a Venezuela vengan a formarse y a prepararse de manera que al regresar a Haití puedan ayudar a impulsar una verdadera transformación. A través de la Casa de la Cultura Haitiana Bolivariana, conseguimos varios cupos en la Universidad Bolivariana y actualmente, están cursando la carrera de Medicina un total de nueve estudiantes haitianos.

También establecimos algunos convenios con Fundayacucho. Yo vi. cómo estaban haciendo la selección para las becas, y muchas veces se hacía sin ningún criterio. Es importante decir que el mejor alumno de este año en Haití salió de Cité-Soleil, el barrio más pobre de la capital Puerto Príncipe. Un tema que nos interesa mucho es el de la reforestación. Queremos sensibilizar sobre este tema, para que los compatriotas que regresen puedan comenzar a trabajar para poder solventar este gravísimo problema. La deforestación es una verdadera calamidad en Haití. De hecho estamos organizando un foro internacional sobre este tema.

Trataremos de hacerlo en Haití, sería una forma de que vaya gente allí y viera como están las cosas.  Crear conciencia sobre el desastre al que básicamente Francia, a quien le estamos reclamando 22.000 millones de dólares en calidad de resarcimiento, pero también los Estados Unidos son cómplices y responsables de esta destrucción, y además ocupan parte de nuestro territorio con una base militar.

Obviamente eso no es algo que aparece mucho en los medios de comunicación, el gobierno de Estados Unidos nos ha estado usando recientemente como basurero de desechos tóxicos, por lo que en las aguas territoriales haitianas se le hace casi imposible pescar.

Para el próximo 22 de junio, cuando se conmemora el Congreso Anfictiónico, tenemos previstos una serie de actos invitando a todas las organizaciones sociales bolivarianas para fomentar la integración entre nuestros dos países. Y eso también se planteó en la última cumbre del ALBA, que se llevó a cabo en Barquisimeto, Estado Lara no hace mucho.

ENcontrARTE: ¿Cómo ves el futuro de Haití? ¿Hacia donde va ese país? Y ¿Qué perspectivas tiene?

F.S.L: Se está trabajando con mucho ahínco. No es nada fácil, pero no desfalleceremos. Aquí tenemos comités de solidaridad con el pueblo haitiano en varios lugares, muy activos en Carabobo, Sucre,  Mérida y Trujillo. Son formados básicamente por venezolanos que desean apoyar nuestra causa, cualquiera persona que quiera participar puede hacerlo. Entre otras cosas, hicimos la petición de ingreso al Parlamento Latinoamericano. De momento no hemos ingresado como miembro pleno; somos observadores, pero estamos luchando para entrar como miembro pleno, con todos los derechos.

El problema de Haití es muy complejo, se trata de una sumatoria de cosas que inciden negativamente. Entre otras hay una carencia de liderazgo. Muchos de los políticos haitianos actuales están comprometidos con el imperialismo. No representan, una verdadera opción para el cambio.

El imperio ha jugado y sigue jugando sucio. Lo que han hecho con Aristide ha sido bochornoso. Ellos ponen y sacan presidentes a su antojo. Es decir que siguen manejando los hilos de nuestros países ahora como lo hicieron durante el pasado.

Cuando devuelven a Aristide al poder, no lo hacen porque creen en los valores democráticos, sino porque en aquel momento él podía frenar el éxodo de balseros haitianos hacia Estados Unidos, que ya estaba convirtiéndose en un verdadero problema para Washington. Además a los Estados Unidos se le suma Francia, que siempre ha sido un enemigo para la democracia haitiana, y ha dado amplias muestras de no querer pagar jamás esos 22.000 millones de dólares que se le están reclamando como compensación colonial.

El pueblo haitiano es un pueblo rebelde, con una amplia experiencia de lucha; lo que sucede es que en este momento está muy golpeado, muy postrado. Pero de todos modos su historia y su tradición de lucha no se ha perdido. Además todo lo que está sucediendo actualmente en Venezuela se conoce allí y le infunde un enorme aliento para seguir luchando.

Por supuesto que no hay gran interés por parte de los medios de difusión comerciales haitianos de contar todos los logros que aquí se están dando; pero de todos modos la figura del presidente Chávez es muy conocida y apreciada en la población. Él realmente goza de mucho cariño en Haití.  Es el gran impulsor de la integración latinoamericana. Tal como lo ha dicho el propio Presidente Chávez en más de una oportunidad, la energía tiene que ser un instrumento para llevar adelante la integración de los países y los pueblos. El gobierno de Estados Unidos no deja ni un día de trabajar en contra de esa integración e invierte mucho dinero en eso.
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Esa integración hay que entenderla en el sentido en que la quisieron Bolívar y Pétion y no como una simple unión comercial. Transformar Haití es un trabajo enorme, hay mucho, por hacer. Y además existe el conflicto con República Dominicana que ha sido creado por intereses foráneos e imperialistas.

A los pueblos se los manipula y los ponen a uno contra otro, los problemas limítrofes no son genuinos, no son creados por la gente que allí habita. En territorio dominicano se entrenan y organizan grupos de paramilitares para aterrorizar al pueblo de Haití.

Cuando el dictador Trujillo estuvo en el poder en República Dominicana, se produjo una matanza de más de 40.000 haitianos en suelo dominicano. Eso obviamente ha quedado grabado en la memoria de la gente y dificulta la integración, queda el rencor, el resentimiento. Pero eso no significa que los haitianos y los dominicanos sean enemigos, son simplemente manipulados para impedir la verdadera integración de los pueblos.

Desde la caída de Duvalier y todo lo que pasó desde entonces a nivel político demuestra que el pueblo haitiano sigue teniendo esperanzas en un cambio real y verdadero. Aunque el analfabetismo es muy elevado, el pueblo tiene una gran conciencia política y estas últimas elecciones que ganó Preval lo demostraron. Si bien los candidatos del imperialismo tenían todos los recursos para sus campañas electorales, el ganador fue el candidato del pueblo, quien casi no tenía con qué hacer su campaña. Eso significa que el pueblo está claro, que no se equivoca y que no se deja engañar fácilmente. Es mejor que esté Preval de presidente que otro.

Sabemos que él no es la solución para los problemas de Haití, pero es una forma de empezar a trabajar para cambios futuros. Es una transición, eso lo tenemos claro. Es que son tantos los problemas acumulados en el país que a veces pareciera que no tienen solución. Pero de todos modos, seguiremos luchando. En Haití la contaminación, la pobreza generalizada, la falta de agua potable, la recolección de la basura son problemas enormes. Parece mentira, la basura es un problema que cada día se pone peor y no hay forma de arreglarlo. Definitivamente existe algún interés para que sea así. Hay quien se beneficia de esa situación caótica en Puerto Príncipe, para pedir más subsidios que después nunca se usan para el fin que se suponía se pidieron. Una de las cosas que más necesitamos en este momento es formar nuevos liderazgos. Eso hace la diferencia, cuando en un pueblo surge un liderazgo fuerte, con un proyecto claro, tal como es el caso de Hugo Chávez en Venezuela.

Gracias a todo lo que él está impulsando es que en Venezuela han comenzado a aparecer una cantidad de organizaciones solidarias con la causa haitiana. La República Bolivariana de Venezuela está ayudando oficialmente al gobierno de Haití, pero acompañando esta ayuda hemos solicitado una contraloría para ver si efectivamente esa colaboración llega a donde debería llegar. Hemos tenido noticias de que no siempre llega a los sectores más necesitados. También estamos pidiendo que el gobierno venezolano apoye el Plan Nacional de Reforestación Integral que necesitamos implementar urgentemente, dada la situación crítica que tenemos en el campo medioambiental. El 98% del combustible hogareño es leña de los bosques. Y también quisiéramos que las misiones que se han implementado aquí puedan ser llevadas a territorio haitiano. Algo contra lo que tenemos que luchar es el tema del racismo, dentro y fuera de Haití, porque ese sigue siendo un grave problema social, cultural, que nos afecta mucho. Y la fuerza de ocupación de Naciones Unidas, la MINUSTAH, que sigue presente en nuestro país y que a decir verdad, no ayuda en nada en la solución de nuestros conflictos.

En Haití sigue habiendo represión por parte de paramilitares. Actualmente no son impulsados por el gobierno, pero siguen actuando apoyados por los grupos oligárquicos. La situación no es nada fácil. Por tanto, necesitamos el apoyo de todos aquellos que tengan ideales de cambio y de transformación. Creo que el pueblo haitiano, que hace tantos años viene sufriendo y aguantando penurias, si pudo hasta ahora, puede soportar un poco más, porque creo que ahora sí, con estos nuevos aires de integración latinoamericana que se respiran en el continente puede que también para nuestro sufrido país haya llegado el momento propicio para plantearse transformaciones reales, concretas y para un futuro digno que tanto se merece nuestro pueblo…

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